Gira presentación Wintercase '06
Durante todo el mes de noviembre Wintercase San Miguel 2006 viajará por Barcelona, Valencia, Madrid y Bilbao ofreciendo los directos de bandas como Maxïmo Park, The Spinto Band o Surfin' Bichos entre otros. Antes de eso, tendrá lugar la gira de presentación que dio su pistoletazo de salida el pasado sábado en la Sala Razzmatazz de Barcelona con los conciertos de The Boyfriends y, el plato fuerte de la noche, The Divine Comedy.
Los de Irlanda del Norte se presentaban otra vez en Barcelona después de haber dejado un buen sabor de boca en las miles de personas que los vieron unos meses antes en el Summercase. En esta ocasión el escenario era diferente y el número de asistentes también pero la que parecía intacta era la actitud del grupo o, mejor dicho, de Neil Hannon.
Hace unos años, en el 2001, cuando The Divine Comedy fueron al FIB a presentar su disco "Regeneration", el Casanova del Brit-pop venía con unas greñas considerables y un aspecto desaliñado más propio del estilo grunge. Por aquel entonces Neil Hannon decía cosas como estas: "No creo que sea un crooner. Creo que para ser un crooner tendría que ser mucho más guapo. Además se requiere mucha pose, para ello y un pelo arreglado, no estas greñas. Creo que mi aspecto está muy lejos del aspecto de un crooner. Aunque quizás en la época del Casanova, sí que tenía más esa pinta, igual podemos decir que una vez fui un crooner pero que ya me harté."
Los años han pasado y parece quedar claro que el crooner que lleva dentro no había muerto sino que estuvo dormido durante un tiempo. Es cierto que la ambición de fusionar la sensibilidad de Morrissey con las orquestaciones de Scott Walker, convirtió al idiosincrático Neil Hannon en una especie de anomalía dentro de la escena británica de los 90s. Quizás durante un tiempo se cansó de ser el rarito de la clase. Pero lo que está claro es que alejado, tanto estética como musicalmente, de la simpleza pop indie, sus primeros discos le sirvieron para forjar, desde los márgenes del Brit-pop, un status de banda de culto. Hannon se convirtió en el líder indiscutido del chamber pop inglés a base de sofisticadas y estilizadas viñetas de un romanticismo altamente poético. Y le funcionaba (y le funciona) ese papel.
Está claro que disfruta de la pose, o por lo menos eso parecía observándolo el sábado encima del escenario. Apareció vestido con traje, como viene siendo habitual, y no sólo iba bien peinado sino también con unas gafas de sol. Buscó el melodrama patentado por Jacques Brel encendiendo un cigarro y quitándose la americana al pleno estilo dandy. En resumen, Neil Hannon sigue disfrutando de su papel de Casanova predicando sus mandamientos de romanticismo inmortal, la banda sonó muy bien y el público quedó satisfecho al poder disfrutar no sólo de grandes canciones del último disco como "Diva Lady" o "To Die A Virgin" sino también de sus grandes éxitos. Evidentemente no se olvidó de aquellos "Absent Friends", los amigos ausentes que uno los recuerda con melancolía y nostalgia porque equivalen a los viejos y buenos momentos que ya han pasado y, por el hecho de estar perdidos, son idealizados.
Los de Irlanda del Norte se presentaban otra vez en Barcelona después de haber dejado un buen sabor de boca en las miles de personas que los vieron unos meses antes en el Summercase. En esta ocasión el escenario era diferente y el número de asistentes también pero la que parecía intacta era la actitud del grupo o, mejor dicho, de Neil Hannon.
Hace unos años, en el 2001, cuando The Divine Comedy fueron al FIB a presentar su disco "Regeneration", el Casanova del Brit-pop venía con unas greñas considerables y un aspecto desaliñado más propio del estilo grunge. Por aquel entonces Neil Hannon decía cosas como estas: "No creo que sea un crooner. Creo que para ser un crooner tendría que ser mucho más guapo. Además se requiere mucha pose, para ello y un pelo arreglado, no estas greñas. Creo que mi aspecto está muy lejos del aspecto de un crooner. Aunque quizás en la época del Casanova, sí que tenía más esa pinta, igual podemos decir que una vez fui un crooner pero que ya me harté."
Los años han pasado y parece quedar claro que el crooner que lleva dentro no había muerto sino que estuvo dormido durante un tiempo. Es cierto que la ambición de fusionar la sensibilidad de Morrissey con las orquestaciones de Scott Walker, convirtió al idiosincrático Neil Hannon en una especie de anomalía dentro de la escena británica de los 90s. Quizás durante un tiempo se cansó de ser el rarito de la clase. Pero lo que está claro es que alejado, tanto estética como musicalmente, de la simpleza pop indie, sus primeros discos le sirvieron para forjar, desde los márgenes del Brit-pop, un status de banda de culto. Hannon se convirtió en el líder indiscutido del chamber pop inglés a base de sofisticadas y estilizadas viñetas de un romanticismo altamente poético. Y le funcionaba (y le funciona) ese papel.
Está claro que disfruta de la pose, o por lo menos eso parecía observándolo el sábado encima del escenario. Apareció vestido con traje, como viene siendo habitual, y no sólo iba bien peinado sino también con unas gafas de sol. Buscó el melodrama patentado por Jacques Brel encendiendo un cigarro y quitándose la americana al pleno estilo dandy. En resumen, Neil Hannon sigue disfrutando de su papel de Casanova predicando sus mandamientos de romanticismo inmortal, la banda sonó muy bien y el público quedó satisfecho al poder disfrutar no sólo de grandes canciones del último disco como "Diva Lady" o "To Die A Virgin" sino también de sus grandes éxitos. Evidentemente no se olvidó de aquellos "Absent Friends", los amigos ausentes que uno los recuerda con melancolía y nostalgia porque equivalen a los viejos y buenos momentos que ya han pasado y, por el hecho de estar perdidos, son idealizados.
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